Raúl Camargo es portavoz de Anticapitalistas y exdiputado en la Comunidad de Madrid
Después Italia, el Estado Español, es el país que ha sufrido más de la crisis de corona virus en Europa. ¿Cuál es tu explicación sobre esto?
No tenemos aún datos fiables que expliquen porque la Pandemia se extendió con esa velocidad y virulencia en España. Algunos estudios preliminares dicen que los países con más tránsito turístico en Europa (España, Italia, Francia,…) son los más afectados, pero no lo sabemos con certeza. Es cierto que el Gobierno español actuó con lentitud cuando ya eran muy visibles los efectos en Italia. La derecha y la ultraderecha han instrumentalizado este retraso del Gobierno de coalición PSOE-UP en tomar medidas de protección para cargar contra la manifestación del 8 de marzo, que el gobierno autorizó. Pero ese mismo día hubo decenas de partidos de fútbol y un mitin con 9000 personas de Vox, el partido ultraderechista que es la tercera fuerza política en votos en estos momentos. La amenaza del Coronavirus era real y China e Italia anunciaban lo que iba a venir, pero es cierto que nadie pensaba que la transmisión iba a ser tan rápida.
En toda Europa durante los últimos años hemos vivido el intento de desmantelar la salud pública. ¿En qué situación se encuentra el sistema sanidad pública cuando llega la pandemia?
Durante la crisis de 2008, en España se produjeron recortes salvajes en la sanidad pública. Las plantillas se redujeron en un 30% y se cerraron camas de hospitales públicos hasta el punto de que nuestro país se situó a la cola de la UE (por detrás de Grecia y Portugal) en número de camas de hospital por cada 100.000 habitantes. Es particularmente grave en este contexto la situación en la Comunidad de Madrid, la región más afectada por el CoronaVirus, que a los mencionados recortes añadió la privatización de 12 hospital. La saturación de las urgencias y UCI´s en estos días en Madrid está directamente relacionada con esta privatización de la sanidad que hizo el Partido Popular. Otro sector donde está habiendo muchísimas muertes es en las Residencias de Mayores. Este caso lo conozco particularmente bien pues en la pasada legislatura, cuando fui diputado regional en Madrid, redacté una Ley para regular estos centros de mayores, que fue rechazada por las fuerzas de la derecha, PP y C,s, y donde el PSOE se abstuvo. Pude comprobar en persona el pésimo estado de las Residencias en Madrid, la falta de personal, las infraestructuras inadecuadas, la privatización casi total del servicio… Ahora vemos como casi el 50% del total de las muertes en Madrid se han producido en estos centros de mayores. La privatización y los recortes matan.
¿Cuál debería ser la respuesta de un gobierno de izquierdas ante esta crisis? ¿Cuál es tu opinión sobre las políticas del gobierno de PSOE-UP?
La respuesta del Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos (UP) estaba siendo correcta en las medidas de contención sanitaria del virus hasta ahora y muy moderada e insuficiente en los asuntos económicos y laborales. Y digo “ estaba siendo correcta” porque incomprensiblemente han decidido que el lunes 13 de abril toda la industria y los trabajos en los que no se pueda teletrabajar vuelvan a la actividad, con las consiguientes aglomeraciones que esto conllevará en el transporte público. El Gobierno, donde el papel de UP es residual, se pliega una vez más a las presiones de la patronal. Las medidas económicas y laborales han seguido la línea de los gobiernos más de derechas de la UE, ni siquiera están a la altura de las que ha adoptado Italia. El resumen que podríamos hacer es que están endeudando a la gente trabajadora y al Estado sin tocar un euro de los beneficios de los bancos y las grandes empresas. Todo son aplazamientos en el pago de hipotecas ( que habrá que pagar más adelante aunque las familias se queden sin ingresos) o de alquileres y deuda pública, que sin duda tendrá que ser devuelta con intereses y con grandes sacrificios en forma de austeridad tutelada por la Troika, como bien sabéis en Grecia… Un Gobierno de izquierdas habría habría expropiado ya la sanidad privada y empresas para fabricar material médico, habría exigido la devolución de los 65.000 millones con los que el Estado rescató a los bancos en 2010 y habría aprobado un impuesto a la grandes empresas, habría suspendido ( sin tener que devolverlo) los pagos de alquileres e hipotecas y habría aprobado una Renta Básica durante todo el tiempo que durara el confinamiento y hasta que la gente recupere el empleo.
¿Está habiendo ejemplos de resistencia y solidaridad en los barrios y en los centros de trabajo?
Ha habido muchos redes de apoyo mutuo en los barrios ( en Vallekas, un barrio obrero de Madrid, están funcionando especialmente bien) y hay ejemplos en muchas partes del país de solidaridad entre la gente. Entre los trabajadores de la sanidad también está habiendo una dinámica solidaria muy importante, que cuando esto acabe va a tener repercusiones en mi opinión. Huelgas de momento no ha habido, pero con la vuelta a la actividad de la industria este lunes seguro que vemos algunos ejemplos a no mucho tardar.
¿Cuál es la lógica de la campaña Choque de Crisis Social que ha aparecido en los medios sociales? ¿Cómo empezó?
La iniciativa del Plan de Choque Social fue lanzada por el Sindicato de Inquilinos/as de Catalunya y rápidamente se unieron a ella centenares de colectivos de todo el Estado. Anticapitalistas ha estado también en el impulso de este plan desde casi el principio junto con organizaciones como la PAH, Ecologistas en Acción y decenas más. De momento, se ha centrado en realizar campañas en las redes sociales para exigirle al Gobierno que tomara medidas más contundentes que las que ha tomado, como la suspensión del pago de alquileres o la creación de una renta básica de cuarentena. De momento, solo se puede trabajar desde las redes sociales, pero cuando pase la cuarentena hay un buen embrión aquí para una plataforma social que pueda movilizar a decenas de miles de personas para que la crisis económica, social y ecológica que viene no la vuelvan a pagar los y las trabajadoras.
Se ha abierto un debate en el seno de la izquierda y los movimientos sociales alrededor de las medidas de confinamiento obligatorio. ¿Cuál es tu opinión?
Es evidente que la cuarentena obligada y las medidas de control de la población pueden derivar en una escalada autoritaria y represiva en los Estados de la UE, que ya de por sí tenían legislaciones muy punitivas. En España por ejemplo tenemos una “ Ley Mordaza” que impone multas de hasta 600.000 euros por manifestarse sin permiso o desobedecer a la policía. En teoría, el Gobierno PSOE-UP iba a derogar esa norma, pero con la crisis del COVID-19 la derogación ha quedado en suspenso y se está aplicando a quienes vulneran el confinamiento. Habrá que estar muy vigilantes para que esta crisis no sirva además para apretarnos las tuercas con más represión estatal.
Claramente hay una dimensión geopolítica en la crisis pandémica. ¿Qué situación global encontraremos después de esta crisis?
Creo que toda la geopolítica mundial va a cambiar después de esta crisis. La propia UE está en cuestión por la profunda insolidaridad que preside este ente desde su creación. No hay ningún plan para ayudarse mutuamente sino como mucho para prestarse dinero que tendrá que ser devuelto con intereses y planes de ajuste “a la griega”. Ha sido especialmente frustrante que los países del sur no hayan presentado un frente común sólido: han acabado tragando un MEDE sin apenas correcciones. En las actuales circunstancias de crisis inédita en la historia reciente, esta UE puede acabar implosionando. China puede asumir un papel más fuerte aún y EE.UU (donde la crisis del COVID-19) apenas está empezando y ya van a un ritmo de 6 millones de parados/as más a la semana, puede sufrir una verdadera hecatombe. Todo va a cambiar después de esto, aunque no necesariamente para bien…
La pandemia ha puesto de manifiesto, de la manera más dramática, todas las contradicciones del sistema capitalista. ¿Cuáles podrían ser las estrategias de las elites para salir de esta crisis? ¿Qué posibilidades tienen la gran mayoría de la sociedad y la izquierda?
Las élites van a intentar hacer lo que siempre han hecho: intentar no perder ni un euro de beneficios y traspasarle la factura de la crisis a los trabajadores y a las arcas públicas. Ya en las primeras medidas que se han tomado en España (donde se supone que está “el Gobierno más progresista de Europa”) está siendo así. Viene una gran recesión en la mayoría de los países del mundo y en algunos incluso, una depresión como no se ha visto desde el crack de 1929. Va a haber pocas diferencias entre los países de la UE en las medidas a adoptar tras la crisis en mi opinión: austeridad extrema, bajada de salarios a empleados públicos, despidos masivos… Un informe reciente de Deustche Bank dice que España va a ser el país más castigado por la crisis con hasta un 45% de paro... Lo que es evidente es que los de abajo ya no van a poder vivir como hasta ahora y los de arriba van a querer seguir ganando lo mismo que ganaban antes. Por eso, es muy importante que intentemos agrupar en los diferentes países a todas las fuerzas sociales y políticas que no van a aceptar la nueva austeridad del capitalismo post COVID-19. Aquellos que apostaron por gestionar las miserias del neoliberalismo, solos como hizo Syriza, o bajo mayoría social liberal como hace Podemos, deberían darse cuenta ya que ese camino los conduce al abismo: viene un tiempo donde el propio capitalismo va a ser puesto en cuestión, por versiones de “tercerismo” ultraderechista con influencia creciente y, esperemos, por otras coaliciones de izquierda alternativa. Es hora de impulsar programas de transición ecosocialista, movilizaciones masivas en defensa del planeta, de la vida y de los derechos de los trabajadores/as y nuevas fuerzas políticas que partan de ellas y no de la sumisión al capitalismo moribundo. No sabemos aún como llamar al nuevo sistema que debemos poner en pie. Pero sí sabemos que este tiene que ser radicalmente anticapitalista.